lunes, 23 de julio de 2007

JUDAS PRIEST "SAD WINGS OF DESTINY" (1976)

Heavy Metal. Nada mejor que estas dos palabras para poder describir el contenido de esta obra maestra y atemporal de los británicos. Todos y cada uno de los adjetivos que puedan aplicársele a esas dos palabras, a ese género musical, pueden hacerse extensivas y aumentadas a “Sad Wings Of Destiny”. Un disco en el que Downing y Tipton hacen sonar sus guitarras más metálicas de lo que nunca nadie lo había hecho hasta ese día mientras que la voz de Halford está tan afilada como la cuchilla de Jack the Ripper, y donde Judas Priest se quitan de encima el estigma de Black Sabbath y superan con creces su titubeante debut.

Los clichés, los tópicos, las exageraciones, la simplicidad e infantilidad de unas letras a veces apocalípticas y otras que simplemente, como en el caso de “Victim Of Changes”, se comentan por si solas de lo manidas que son, y, en definitiva, todo lo que años más tarde sería la definición del Heavy Metal se dan citan, algunas por vez primera, en este disco editado hace mas de treinta años y que es necesario reivindicar, no ya por ser mejor o peor que otros posteriores sino precisamente por eso, por ser anterior a todos ellos, por su condición de pionero en muchas cosas (y deudor en otras que también hay que decirlo) y, claro está, por su inmensa calidad en cada una de sus coplas.

La apertura con “Victim Of Changes

un complejo tema de casi ocho minutos con una parte central sobrecogedora que todavía hereda muchos guiños a Black Sabbath y una banda pletórica es, por derecho propio, uno de los grandes clásicos del grupo que no falta en casi ninguno de sus conciertos. Por el contrario, esto último es lo único que tiene en común con “The Ripper


porque, aparte de ser otro gran clásico de la banda, aquí la banda se muestra directa, precisa y agresiva como el bisturí de Jack el Destripador. Sin duda una de las mejores interpretaciones de Rob Halford en toda su carrera.

Dreaming Deceiver” es un medio tiempo reposado, lleno de reminiscencias de los Sabbath más tranquilos (aunque Halford no es Ozzy ni Ozzy es Halford) y que enganchan perfectamente (en realidad es un mismo tema divido en dos partes) con “Deceiver”.

Un descanso con “Prelude” y vuelta a la carga con otro clásico como “Tyrant” con Halford doblándose las voces de manera extraordinaria y unos guitarras, como siempre a lo largo y ancho del disco, tan simples y básicos como inspirados.

Genocide


mantiene sobradamente el listón con otra andanada de Heavy Metal con un curioso interludio donde una voz en off (otro detalle más de lo que luego harían decenas de bandas) nos anuncia, aunque sólo sea casualidad, el nombre del próximo lanzamiento de la banda. El siguiente es el tema raro, por decirlo de alguna manera, del disco. Y es que “Epitath” es de todo menos lo que te esperas de una canción de Judas Priest. Halford bordando una triste letra sobre un precioso y melancólico piano. Desde luego uno de los temas menos conocidos de la banda y que sin embargo es todo un placer para los oídos. Y para terminar, pues otro clásico porque “Island Of Domination” es el colofón perfecto para un trabajo perfecto con Halford desgañitándose una vez más sobre un estupendo riff.

Podríamos dividir las etapas de la banda por décadas, por cantantes o, medio en broma, por los diferentes logotipos que el grupo ha tenido hasta la fecha (curioso esto de los logotipos) e incluso, ya apurando la broma hasta la exageración, por la puñetera cruz (¡cosa más fea!) que sale por vez primera en este disco colgada del cuello del ángel.

Tonterías aparte, está claro que la época de apogeo, éxito y mayor inspiración de la banda fue la correspondida entre 1980 ("British Steel") y 1986 ("Turbo"), años donde pulieron definitivamente su estilo y alcanzaron un estatus de banda realmente grande, pero eso no es óbice para dejar a un lado su extenso y buen trabajo desarrollado en los años setenta, donde discos como éste y los siguientes dejaron el terreno bien abonado para su coronación en los ochenta como auténticos reyes del Heavy Metal.

Critica extraida de : http://perso.wanadoo.es/thesentinel2002/thesentinel-editorial.htm

3 comentarios:

Pablo dijo...

Extraordinario disco donde los haya, el cual dio lugar a uno de los movimientos mas grandes que han existido jamas dentro del heavy metal, el conocido como NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal), que dio lugar a que muchas bandas tuvieran como inspiracion esta OBRA MAESTRA, bandas, por poner un ejemplo, como IRON MAIDEN, SAXON o DEF LEPPARD, por poner tres ejemplos......

Considerado por muchos fans de "la vieja escuela" como "SU MEJOR DISCO", entre los que me incluyo.

Un magnifico documento atemporal y de magnifica factura, seria dificil de superar, pero despues de tener DISCAZOS posteriores como SIN AFTER SIN, STAINED CLASS, HELL BENT FOR LEATHER, BRITISH STEEL, SCREAMING FOR VENGEANCE, DEFENDERS OF THE FAITH y PAINKILLER, es bueno recordar su comienzo, y no olvidarse como empezo todo esto....que llaman heavy metal!!

UN SALUDO!!!

N1G7M4R3 dijo...

Hombreeeeeeeeeeeeeeeeeee por diooooooooooos este no es que sea imprescindible,es que este es de leyenda joder jajajaja.
No es el que mas me gusta,en esa paercela ya tengo el Painkiller...xD
Bueno,pues el primer disco que yo creo,que realmente,triunfan de verdad,es que las canciones victim of changes y the ripper son una muestra de coordinacion entre el grupo,sobre todo los guitarristas que a lo largo de los años algunos grupos han ido "copiando" y perfeccionando ^^'.
Bueno,halford ya es caso aparte claro esta,la discografia de Judas debes tenerla,si tu,si lees esto empieza a bajartela ya.

salu2

Anónimo dijo...

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